En cualquier organización, las decisiones juegan un papel crucial en el éxito o el fracaso del negocio. Existen dos enfoques principales para la toma de decisiones: la centralización y la descentralización. En las empresas centralizadas, las decisiones cruciales son tomadas por la dirección de alto nivel, mientras que en las empresas descentralizadas, se delega el poder a niveles directivos inferiores o, incluso, a empleados individuales.