Para nadie es secreto que la competitividad y productividad empresarial son dos elementos fundamentales para impulsar el éxito de una organización, especialmente para aquellas que están en pleno proceso de crecimiento. La productividad empresarial representa un camino estratégico que va marcando la pauta para la optimización de procesos, el aprovechamiento de oportunidades y la construcción de una base sólida para el desarrollo futuro.